Los
parásitos intestinales constituyen en la época actual un problema médico social
que afecta no solamente a los países del llamado tercer mundo, sino también a
los de más alto desarrollo. Datos recientes señalan que alrededor de 1273
millones de personas en todo el mundo están infectadas por Ascaris lumbricoides, 1277 millones por ancylostomideos (gusanos
ganchudos), 902 millones por Trichiuris
trichiura; de igual manera se acepta que unos 500 millones de personas
están afectados por amebiosis y que la giardiosis constituye la infección
intestinal por protozoos más frecuente en toda la población mundial, afectando
entre ambos a más del 50% de la humanidad.
La
importancia de las parasitosis intestinales en el mundo actual es indiscutible
reportándose las mayores cifras de prevalencia en la población infantil sobre
todo en los países subdesarrollados donde ocasiona serios problemas de salud:
causantes con frecuencia de elevadas cifras de infantes con desnutrición
proteico energética debidas a la infección por Ascaris lumbricoides, dificultades para la realización de trabajo
físico activo en presencia de infecciones por ancylostomideos y de cuadros
diarreicos prolongados considerados como verdaderas amenazas intestinales en
pacientes inmunocomprometidos cuando son afectados por protozoarios.
Las
infecciones parasitarias presentan algunas características generales comunes
que se pueden resumir de la siguiente forma:
·
Afectan
a individuos de todas las edades, pero especialmente a los infantes, a los
niños y a los adultos jóvenes de ambos sexos en las etapas de mayor
productividad.
·
El
desarrollo físico y mental de los niños se perturba, lo cual los marcará para
toda su vida.
· Tienen
la característica de infecciones familiares. El caso clínico que consulta al
médico, muchas veces representa el indicador de la infección en otros miembros
del grupo familiar.
·
Producen
escasa sintomatología o ésta es atípica o atenuada. En general, las infecciones
asintomáticas predominan más que los casos clínicos típicos. Consecuentemente,
sólo se hospitalizan los pacientes de mayor gravedad. La mayoría de las
infecciones son atendidas en ambulatorios o consultorios externos. Por lo
tanto, la casuística hospitalaria no representa la verdadera situación epidemiológica
de la comunidad.
·
Prevalecen
en áreas rurales o suburbanas, desprovistas de agua potable y alcantarillado.
Se trata de poblaciones, por lo común, carentes de atención médica y sin
infraestructura básica ni sanitaria, que viven de faenas agrícolas que realizan
con procedimientos anticuados y cuyo rendimiento es pobre.
·
Prevalecen
en individuos de escasa cultura o en proceso de aculturación o
transculturación, y cuya ignorancia en instrucción básica y sanitaria los
induce a practicar acciones o hábitos perniciosos para su salud y la de sus
semejantes.
·
La
atención médica insuficiente y la falta de laboratorios de diagnóstico
parasitológico determinan que pasen inadvertidas, y consecuentemente, que no se
registren en la información estadística de morbilidad y mortalidad.
·
En
general, las autoridades sanitarias, presionadas por otros problemas
aparentemente de mayor gravedad o urgencia, tienden a despreocuparse de las infecciones
parasitarias y no conceden suficientes recursos para su diagnóstico y control.
·
En
síntesis, pobreza, vivienda insalubre, ignorancia, carencia de atención médica,
mala nutrición, hábitos perjudiciales, constituyen los factores antropológicos,
sociales y humanos esenciales para las endemias parasitarias, las que a su vez
repercuten en el deterioro de la calidad de vida de las poblaciones.
INFECCIONES POR PROTOZOOS
1. Amebiasis
Quiste de Entamoeba histolytica/dispar
Trofozoito de Entamoeba histolytica/dispar
La
amebiasis es causada por Entamoeba
histolytica, un protozoo que es transmitido de persona a persona por
contaminación fecal de los alimentos o de las manos, aunque la transmisión por
contacto sexual en personas que practican sexo oro-anal, es otra de las vías
posibles. La infección por este parásito produce cuadros sintomáticos y/o
portadores sanos. Las formas sintomáticas de presentación pueden ser:
intestinales (disentería amebiana, colitis amebiana no disentérica, ameboma,
apendicitis) y extraintestinales (amebiasis hepática aguda no supurativa ó
absceso hepático, y menos frecuente, amebiasis en piel, cerebro y pulmones).
2. Giardiasis
Trofozoitos de Giardia lamblia
Es
la infección por el protozoo flagelado, Giardia
lamblia, de partes altas del intestino delgado (duodeno, yeyuno), también
puede afectar vías biliares. Su transmisión es fecal-oral (de persona a
persona, contaminación de fuentes de agua y alimentos), aunque la transmisión
por contacto sexual en personas que practican sexo oro-anal, es otra de las
vías posibles. La infección por este parásito produce cuadros sintomáticos
y/o
portadores sanos.
Manifestaciones
clínicas: se caracteriza por, diarreas que inicialmente puede ser aguda, hacerse
persistente o llegar hasta la cronicidad, febrícula, distensión abdominal y
heces explosivas. Tiene varias formas clínicas de presentación: asintomática,
síndrome diarreico agudo y crónico, dolor abdominal recurrente, síndrome
dispéptico y síndrome de mala-absorción con desnutrición proteico-energética.
INFECCIÓN POR NEMATODOS
INTESTINALES
1. Ascariasis
Gusanos adultos de Ascaris lumbricoides
Huevos fértiles de Ascaris lumbricoides
La
infección por Ascaris lumbricoides es
la geohelmintiasis más frecuente y cosmopolita de todas las helmintiasis
humanas. La ascariasis es endémica en áreas tropicales de África, América
Central, Suramérica y Lejano Oriente.
Manifestaciones
clínicas: puede tener un curso asintomático; sin embargo, suele afectar un
amplio grupo de pacientes observándose manifestaciones de diversos sistemas y
órganos:
·
Respiratorias:
en el estadío larval pueden ser leves y confundirse con un estado gripal.
·
Intestinales:
dolor abdominal difuso como síntoma más frecuente y distensión abdominal. Puede
producir náuseas, vómitos y diarreas, pero no es lo más frecuente. La gravedad
de la enfermedad es proporcional al número de parásitos, pueden aparecer
cuadros obstructivos a partir de infecciones masivas.
·
Nutricionales:
malnutrición, frecuente en niños.
·
Neurológicas:
granulomas en el ojo y en el sistema nervioso central.
·
Migraciones:
la invasión a vías biliares es una de las complicaciones más severas. Puede
cursar con apendicitis, peritonitis, pericarditis, pleuritis y pancreatitis.
2. Trichuriosis
Huevos de Trichuris trichiura
Gusanos adultos de Trichuris trichiura
Trichuris trichiura es otro de los
nemátodos intestinales incluidos en el grupo de los que son transmitidos por el
suelo. A la enfermedad también se le denomina tricocefalosis. Afecta al hombre
y tiene una amplia distribución geográfica, con predominio en zonas cálidas y
húmedas de los países tropicales.
Manifestaciones
clínicas: la gravedad de la enfermedad es proporcional al número de parásitos.
Al parecer las infecciones leves pasan inadvertidas o son asintomáticas. Los
síntomas francos se encuentran en casos de parasitismo intenso, y es
especialmente grave en niños desnutridos. En infecciones intensas en las que se
observan más de 30 huevos por miligramo de materias fecales, producen colitis
con un cuadro disentérico con abundante moco y sangre, dolor abdominal, tenesmo
y prolapso rectal, sobre todo en niños desnutridos.
3. Estrongiloidosis
Larva rhabditiforme de Strongyloides stercoralis
La
estrongiloidosis es una helmintiasis insidiosa causada por Strongyloides stercoralis, único nematodo parásito que se
multiplica en el organismo humano y con posibilidad de desarrollar ciclos de
vida libre en el suelo.
Manifestaciones
clínicas: hasta 50 % de las infecciones leves en personas inmunocompetentes
pueden ser asintomáticas. Cuando existen síntomas, pueden considerarse varias
formas clínicas, relacionadas con el punto de entrada, migración de los
parásitos y con la intensidad de la infección:
· Lesiones
cutáneas: produce una dermatitis pruriginosa. Se afectan fundamentalmente los
pies, aunque puede ser cualquier otro sitio de la superficie cutánea por donde
han penetrado las larvas.
·
Migración
pulmonar: produce un cuadro clínico de neumonitis con tos, expectoración,
molestia retroesternal, sibilancias y fiebre. En casos más intensos se presenta
cierto grado de bronquitis.
·
Forma
intestinal: se caracteriza por dolor epigástrico, a veces agudo, con sensación
de punzada o de ardor, similar al de la úlcera péptica o duodenitis. Otros
síntomas son náuseas, vómitos, anorexia y diarrea acuosa abundante, a veces
alternada con constipación.
4. Uncinariosis
Gusanos adultos de Uncinaria sp
Huevo fértil de Uncinaria sp
Son
parasitosis del duodeno y partes altas del yeyuno producidas por dos especies
de nematodos, Ancylostoma duodenale y Necator americanus se encuentran
extendidos por regiones tropicales y subtropicales. La transmisión de estos parásitos
ocurre principalmente a través de la piel de pies y tobillos, y en algunas
regiones donde se emplean heces humanas como fertilizantes se convierte en una
enfermedad ocupacional.
Manifestaciones
clínicas:
·
Cutáneas:
prurito intenso, eritema, erupción vesicular y papular, cuadro que se conoce
como "picor", relacionadas con el sitio de entrada de las larvas.
·
Pulmonar:
puede aparecer un síndrome que semeja al de Löffler, con síntomas pulmonares
transitorios como tos seca, sibilancias, eosinofilia en esputo y sangre
periférica.
·
Digestivo:
dolor abdominal, diarrea y pérdida de peso. Se han descrito casos de malabsorción,
principalmente en niños.
·
Otros
síntomas: anemia ferropénica y malnutrición crónica, parasitismo intenso
determina retraso en el desarrollo de los niños y cardiopatía anémica
5. Enterobiosis
Gusano adulto de Enterobius vermicularis
Huevos de Enterobius vermicularis
Es
una infección producida por Enterobius
vermicularis, parásito más frecuente entre los niños que viven en climas
templados y lo tienen al menos el 20 % de todos los niños y el 90 % de los
niños que frecuentan guarderías u otras instituciones. La forma de transmisión
se produce, primero por la transferencia de los huevos del área perianal a las
prendas de vestir, la ropa de cama o a los juguetes. Más tarde son transmitidos
por los dedos a la boca de otro niño, que los traga. Los huevos pueden también
ser inhalados procedentes del aire y ser deglutidos. La reinfección puede
ocurrir al pasar los huevos de alrededor del ano hasta la boca, a través de sus
manos, especialmente bajo las uñas.
Manifestaciones
clínicas: curso asintomático en la mayoría de los casos. El síntoma más frecuente
es prurito anal intenso, acompañado de comportamiento hiperactivo y labilidad
emocional. Si infecciones repetidas puede presentar vulvovaginitis.